reflexiones sobre la historia

Cuando se habla de enseñar o estudiar historia nos viene al pensamiento algo aburrido, tedioso, memorístico, repetitivo o como un castigo que tenemos que soportar. Ésta ha sido criticada por la forma de su enseñanza en la que sólo se repite lo que ya está establecido y no como un fenómeno social vivo que merece la atención de todos ya que estamos inmersos en ella, somos protagonistas y producto de ésta.
Como maestros tenemos la obligación de conocer la historia, no tanto para transmitirla sino para comprenderla y tener un amplio criterio sobre las causas y consecuencias que de ella emanan, además de ser un facilitador y guía para que los alumnos sientan curiosidad real sobre la historia y se motiven a indagar en diversas fuentes de información logrando con ello sus propias representaciones sociales.

La historia para su estudio necesita un conjunto de factores importantes:

•   Tiempo y espacio (biblioteca, museos, aulas especializadas etc.)
•   Profesores comprometidos, conocedores y conscientes de la función que tienen.
•   Bibliografía variada, con diversos puntos de vista exponiendo su propio criterio.
•    Recursos didácticos.
•   Plan y programa de estudios que indican la orientación educativa.

Todo lo anterior con la finalidad de que el alumno construya un pensamiento crítico, el conocimiento de su patrimonio cultural